Es un minuto a medianoche, un momento de alerta,
para entender lo crítico de nuestro mundo en desierta.
El cambio climático, no es un juego ni una oferta,
es una tarea de todas y todos, en cada puerta abierta.
Estamos corriendo contra el tiempo, no hay más reloj,
cada acción, cada minuto, determina nuestro porvenir.
El mundo que estamos destruyendo es el mismo que nos vio,
crecer, soñar y construir—es tiempo de asumir.
Pongámonos a trabajar, reduzcamos la contaminación,
no como ficha política o un acto de ostentación.
No más usar la Tierra para nuestra ambición,
es hora de tomarlo en serio, con plena dedicación.
Jóvenes, despertemos, no seamos la generación
que observó y no actuó, sepultando nuestra opción.
Culturicémonos, informémonos, actuemos con pasión,
por nuestro único hogar, y su futura condición.
Es un minuto a medianoche y el reloj no se detiene,
pero en nuestras manos está volver las manecillas.
Con el corazón, con la mente, con el alma que nos tiene,
hagamos el cambio real, salvemos nuestras orillas.
Autor: PaulR
Deja una respuesta